Valencia Siete nº20

LA QUINTA COLUMNA


VALENCIA IS EUROPE


Estrenando Estatut y remediando así la “desfeta” vergonzante del texto estatutario de 1982, que supuso entrar los últimos y por la puerta falsa en el limbo del estado autonómico. Ahora hemos sido los primeros y por la puerta grande. Ya tiene el President Camps la oportunidad y el convencimiento para retomar el proyecto y el espíritu autonomista con el que comenzó su legislatura. Ha de ser el President del autogobierno valenciano. Venga.
Y recuperando mitos. Gracias a dios –en este caso, en forma de Vicente Burgos, alma de la Fundació Jaume II El Just y brazo ejecutor de la dinamización de la política cultural de la Generalitat Valenciana- que ha querido poner en mi camino a Eduard Mira. El tremendo y lucidísimo coautor de “De Impura Natione”, junto con el a la par también venerado Damià Mollà, ha sido recuperado y rehabilitado para la causa de la cultura oficial valenciana dependiente de la GV. Poseedor de la más altas distinciones e intelectual de reconocidísimo prestigio a nivel europeo –que es el importante-, yo me quedo con su figura de paladín del pacto civil entre valencianos e instigador del consenso lingüístico entre valencianistas. Su libro, allá por 1986, supuso la punta de lanza del concepto doctrinal del valencianismo moderno, tolerante, culto y orgulloso de sí mismo. Una bomba de autoestima, vaya.
Pues eso, el insigne intelectual de La Marina se desgañita a diestro y siniestro ilustrando a quien lo quiera escuchar al respecto de la importancia del eje mediterráneo y su conexión con Europa. El bucle no sé si melancólico que formaríamos desde Tarragona hasta Almería, sin posible conexión eficaz y eficiente por carretera y ferrocarril, si se impone como exclusiva el eje frontera-Barcelona-Zaragoza-Madrid-Sevilla, es sangrante y demoledor. En la Comunitat Valenciana no somos conscientes del retraso que va ha suponernos quedarnos marginados y aletargados en la definición de los futuros ejes de comunicación europeos. Aún estamos pagando déficits estructurales anteriores que nos han mermado y mucho, para que ahora nos condenen a un par de décadas más. Sinó tenemos ni conectadas en tren Gandia con Dénia, para de una vez vertebrar el territorio por la costa, pues para que preocuparnos de quedar en el furgón de cola de las infraestructuras paneuropeas...
Apoyemos a FERMED, el lobby de empresas y autoridades portuarias del eje mediterráneo impulsador de este corredor económico y de comunicación. Génova, Marsella, Barcelona, Tarragona, Castelló, Valencia, Alacant, Murcia, Almería, Málaga, Algeciras... Esta es la verdadera zona emprendedora, dinamizadora y vertebradora del mediterráneo europeo. Y que desde Madrid se olviden de una vez por todas de ejes radiales y peajes capitalinos. Como dice Fernando Vilallonga al respecto de los aeropuertos, reivindiquemos su gestión para salvarlos del tercermundismo en que AENA los tiene condenados. Somos el tercer centro poblacional del país y tenemos un aeropuerto también de tercera, sólo regional y gracias. Mientras el monopolio gubernamental invirtiendo en los últimos 14 años más del 60% de su presupuesto sólo y exclusivamente en la villa y corte...