miércoles, 15 de septiembre de 2010

Valencia Siete nº35

LA QUINTA COLUMNA

EL MESÍAS


Dijo Ortega “la libertad no me la segará cualquier audaz que la mediocridad de mis congéneres haya decidido que ocupe la presidencia”. Toma ya. Y resalto lo de audaz, entregándose a la dictadura del pensamiento único de lo políticamente correcto que criminaliza al disidente. Y si a esto unimos el conformismo pasivo de la ciudadanía, pues estamos apañados. Con mis limitaciones descriptivas, esta es la realidad sociológica que impera en nuestro país. A mi parecer y con perdón.
El agresor clama por su libertad de expresión cuando increpa al agredido, aduciendo que se siente atacado por la discrepancia demostrada por el agredido, considerándose así como también agredido, y pasando el disidente a culpable de la situación. Vaya cabriola intelectual... Así nace y se impone el relativismo ideológico que hoy en día nos inunda, la progresía de lo correcto basada en el adoctrinamiento de la educación y en la utilización de la información.
El tan manido talante de ZP sólo ofrece una pose exhibidora de una izquierda desideologizada basada en el desmantelamiento de los sistemas de principios y valores anteriores a su llegada, valiéndose de un cuerpo social blando y conformado. El PSOE a día de hoy es un partido sin ideología, basado en lo políticamente correcto y en la progresía bobalicona que sólo con el talante quiere imponer un pensamiento totalitario con el único objetivo de destronar el sistema de valores anterior.
Y si a eso juntamos la justa medida de agit prop, captando a la opinión pública por medio de la propaganda orquestada y masiva del pensamiento de lo políticamente correcto, pues obtendremos un ”triángulo de las bermudas” bien peligroso y destructivo, conformado por un pensamiento oficial flácido, un estado de candidez social y un totalitarismo blando marcador de límites y censuras. ZP combate la libertad de la persona, utilizando un discurso paternalista, homogenizador y adoctrinante.
El Presidente Rodríguez se considera un mesías que pasará a la historia de España. Pretende liderar un cambio de régimen, cambiando la estructura territorial y la definición social. Manipula la información y devalúa la educación, y así nos impone la dictadura de lo políticamente correcto. Ni más ni menos.
La actual situación de valerse del concepto de tolerancia para equipararlo al reconocimiento de derechos, dislocando así a la sociedad ya que el nuevo sistema no se basa en la justicia real, pues es bien peligroso. Padecemos un relativismo paradójico castrador, censor y contrario a la libertad. Sí.