domingo, 28 de febrero de 2010

Valencia Siete nº12

LA QUINTA COLUMNA


EJES DE PROSPERIDAD

He esperado a redactar mi querida columna a que se disipara el entuerto de la tramitación madrileña de nuestra reforma estatutaria. Y en la madrugada de ayer se retornó a la senda del consenso. Un pacto bendito y bendecido hace meses, y que no se por qué razones endógenas o exógenas había embarrancado las últimas jornadas. No he titulado mi comentario ni como “Habemus Estatut” ni como “Més val Estatutet que no res”, ya que nuestra reforma se ungió en gloria mayoritaria de nuestras Corts Valencianes el pasado 1 de julio de 2005. Texto aplaudido y celebrado por los dos partidos mayoritarios tanto en la Comunitat Valenciana como en España, con el doble consenso de las direcciones valencianas y madrileñas. Como todo lo que hacemos por aquí...
Al final, la tramitación en el Congreso se ha liado por el pulso interesado que Pla lanzó a Camps, y por ende a todo lo recorrido y a todo lo pactado, haciéndolo coincidir con el Congresito de la filial de CiU (ojalá, pensará alguno) y con la escenificación pública del pacto cerrado entre ZP y Mas para sacar adelante el texto catalán. Quiero no pensar que las presiones e influencias legítimas pero sin justificación representativa de la sociedad valenciana que hayan ejercido IU y ERC podían tumbar aquello pactado y aprobado por los parlamentarios valencianos en un 95%. ¿Hemos de respetar lo decidido por el Parlament de Catalunya y podemos burlarnos de lo dictado por las Corts Valencianes? No hijo, no...
No tenía mucho sentido el enroque de Pla, y al final todo ha vuelto a su cauce. El idioma valenciano se queda como está y la barrera electoral también, protagonizando la amable cabriola de quitar el listón para tener representación autonómica del articulado del Estatut, y reservarlo para la Ley Electoral Valenciana, blindándolo con los 2/3 necesarios para cambiarlo. De nuevo el PSPV utiliza como quiere y cuando quiere a sus minorías comunistas y catalanistas. Por enésima vez, y tan contentos.
Y que no me vengan con cuentos. La barrera del 5% no se ha rebajado porque a Pla le ha importado un bledo. Si el PSPV hubiera considerado este tema como fundamental lo habría presentado en el pacto como intocable, y consideró más importantes otros negociados. El PPCV en la reunión de Benissanó, para facilitar que Ribó y EU entraran en el consenso, planteó quitar del Estatut la dichosa barrera, e incluso reformarla para que su aplicación fuera de aplicación provincial y no autonómica, pero ni tu tía. Al PSPV ni estaba ni se le esperaba. Le dio igual como le da igual ahora, aunque haya intentado escenificar un papelón para congratularse con Glòria Marcos y el Bloc.
Pues bien, cuando leamos estas letras el día anterior se habrá aprobado en el Congreso la tramitación de nuestro Estatut, incluyendo las enmiendas debatidas en la Comisión Constitucional y dando luz verde a su relajación en aguas senatoriales. Y mientras aquí lo estaremos esperando ansiosos, para ratificarlo y celebrarlo. Somos así.
Y yo que quería haber hablado del Eje de la Prosperidad y de la nueva realidad que representa la alianza estratégica Madrid-CV-Balears para enriquecer el modelo plural de nuestro mareado Estado. Pero siempre me lío. Soy así.

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