domingo, 27 de junio de 2010

Valencia Siete nº30

LA QUINTA COLUMNA

JO SÍ T’ESPERE

Pues sí. Jo sí t’espere! Acabo de colgar de mi recién estrenado balcón en las Grandes Vías de nuestra amantísima ciudad una preciosa enseña de la Ciudad del Vaticano conmemorativa de la visita del Santo Padre a Valencia en menos de un mes.
Y lo he hecho como acto de desagravio, por que me parece mentira que por cuatro pelagatos hayan montado una campañita (todo lo legítima y democrática que quieran, pero nada representativa de todas todas) a base de unas charlas convocadas por colectivos imposibles e inexistentes (los cuatro de siempre con diferentes collares, ay perdón, siglas...) y la espectacular edición de quinientas, sí, sí, ¡quinientas! pancartitas con la señal de prohibido y la efigie papal, se les de la cobertura (sí, sí, todo el derecho a la discrepancia que quieran) mayoritaria en cadenas y diarios de este nuevo régimen impuesto por el talante, mientras que lo que toca es poner a caldo, ofensas e improperios incluidos, a la sensibilidad y a la creencia mayoritaria de esta nuestra península, que les guste o no, es la Iglesia Católica.
La penúltima, una campaña de pintadas en el barrio de Benimaclet con el slogan “Benedicto te esperamos con goma dos”. Ver para creer. Tremendo que nadie salga condenando y criticando estas acciones. Parece que lo normal, en el régimen zapateril, es lo que ha sucedido en la campaña sobre el referéndum del Estatuto catalán al Partit Popular de Catalunya, perseguido, calumniado y oprimido en el ejercicio de su libertad de expresión y la libertad de movimientos de sus líderes. Rajoy zarandeado, Piqué insultado, Acebes escupido... Rubalcaba, Carod o Labordeta seguro que piensan que les está bien merecido. Olé, olé y olé.
Y la última, nuestros queridos gobernantes socialistas va y contraprograman el Encuentro Internacional de las Familias con un congresito, organizado deprisa y corriendo y en las primeras instalaciones que han encontrado en nuestra ciudad, por las federaciones de gays, lesbianas, transexuales y demás, para dilucidar sobre los nuevos modelos familiares. Nada que objetar ni por el tema ni por los organizadores, sinó fuera por que se desprende un tufillo de réplica ofensiva y denigratoria al modelo cristiano de sociedad, aprovechando la efeméride de la estancia Papal en Valencia. Corriendo el Gobierno les da tres millones de pesetas y no tienen otro sitio que hacerlo las mismas fechas y en la misma ciudad que visita Benedicto XVI. ¡Manda huevos!
Con todo, el recibimiento, el cariño y la trascendencia de la visita del Papa a Valencia les ganará por goleada a todos estos. ¡Como la Selección!

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