lunes, 22 de marzo de 2010

Valencia Siete nº15

LA QUINTA COLUMNA


EL CENTRO


Asistí la semana pasada a una grata y multitudinaria conferencia ofrecida por Alicia De Miguel, flamante Consellera de Benestar Social. El tema a tratar fue el concepto ideológico del centro político. Y vaya si acertó la ponente, ya que concurrió en una misma sala desde José Luis Balbín, histórico conductor del mítico programa televisivo “La Clave” ahora reconvertido en semanario de opinión, hasta Bernardo Guzmán, director de informativos de Radio Valencia – Cadena Ser o el maestro de columnistas el cual con tesón intento acompañar en estas páginas, J. J. Pérez Benlloch. Un auditorio bien plural, sí señor. Como debe ser el centro.
Hay expertos académicos que defienden que el centro como ideología no existe. La Consellera y el que suscribe no pensamos así. Ella lo definió perfectamente: “el centro consiste en la apuesta por la moderación, la tolerancia, el diálogo y la defensa de las concepciones sociales asumidas por la mayoría de la ciudadanía”. Todo esto adobado por la realización honesta de la vocación de servidor público y como no, por la identificación identitaria como valencianos y la defensa a ultranza de nuestra personalidad. Así redondeó su descripción de lo que ha sido y es el partido en el que milita, el PP valenciano. Altito y clarito.
Y es de agradecer casi siempre que se exponga con ufana transparencia y tranquilidad este tipo de concepciones políticas y partidistas, ya que a veces otras opciones se enzarzan en complejos mensajes crípticos que les alejan muy mucho de la realidad social, a la cual se deben. Mucho mensaje pretendidamente academicista o ungido de veleidades intelectuales que al fin y al cabo marea al ciudadano elector y a veces oscurece o esconde la verdadera propuesta que se plantea, con o sin intención. Y el sufrido vecino votante, pues compuesto y sin enterarse.
Por eso, el mensaje sencillo, directo, sin ambages ni trampas es de agradecer. Y se quiera o no reconocer, hoy en día pocas opciones políticas se apuntan a ir a cara descubierta. Esté acertada o no, sea vendible o conveniente su actitud en aras al rédito electoral puro y duro, convendrán conmigo que la trayectoria de los populares, a nivel valenciano y estatal, es diáfana y fácilmente entendible y asumible por la ciudadanía. Esa que llena nuestras calles y plazas. Esa que se ocupa de los problemas reales y cotidianos. Las personas, nosotros, el centro...
Espero que mi amigo Fermín Artagoitía, por muchos años acreedor de la franquicia centrista por estos lares, esté de acuerdo conmigo y con De Miguel. Asumir que la defensa y la atención a las personas y a la colectividad que conforman es lo primero es básico, y poco seguido por el resto de fuerzas políticas. Las personas y la valencianidad son los ejes del proyecto político que ya lleva más de una década ostentando la Generalitat Valenciana, y que concentra su futuro en la figura de Francisco Camps. Muy esloganero me ha quedado, pero así lo creo, lo vivo y lo defiendo. Y no debería pasar nada. Claro como el agua que necesitamos. Alto por la convicción que conlleva, las personas de esta tierra. La Comunitat Valenciana. El centro.

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