domingo, 7 de marzo de 2010

Valencia Siete nº14

LA QUINTA COLUMNA


SOCIOLOGIA ELECTORAL VALENCIANA


Pues ya tenemos casi aprobado el trámite parlamentario de nuestra reforma estatutaria. Sólo queda en los próximos días escenificarlo ante el Senado (compuesto por “cenadores” como siempre un colega me apunta) y organizar su vuelta a casa a bombo y platillo para el veinticinco de abril, fecha de la derrota de Almansa. Un nuevo gesto del President Camps que aprovecha la conmemoración de la perdida de nuestro fueros y de nuestra identidad como reino ratificando la reforma del Estatut d’Autonomia como el texto del autogobierno valenciano del futuro. Muy significativo, sí señor.
Esta efeméride protagonizada por nuestras Corts Valencianes significará el término del largo y proceloso recorrido de la vía valenciana y el pistoletazo de salida de una también larga y procelosa precampaña electoral. Nos encontraremos a un año de las elecciones valencianas, tanto locales como autonómicas, y la desazón ya reinará –como ya impera- en todas y cada una de las fuerzas políticas. ¿Y que panorama nos vamos a encontrar? Permítanme hacer un poco de política ficción, así nos divertimos juntos.
Mientras Francisco Camps y el PPCV blandirá el orgullo del proyecto estatutario y la caterva de reivindicaciones ante el injusto tratamiento que el gobierno central nos depara, el aspirante Pla intentará haberse recuperado de los últimos trasquilones ganados en su reculada al respecto de la lengua y el listón electoral, además de fortalecerse internamente ante sus huestes que poco lo valoran. Un bipartidismo feroz pero pobre a mi modesto entender. No “mola” tener el mismo sistema de partidos que Extremadura o La Mancha...
Y las minorías, pues minorizadas. Glòria Marcos decidiendo si pacta con el Bloc (éstos están en cuerpo y alma entregados al matrimonio) para que EU continúe sacando la cabeza en el parlamento valenciano. Una cabeza sin cuerpo, ya que la sección valenciana de Llamazares no existe a nivel municipal. Un nivel donde el Bloc se encuentra a gusto, aún sin entrar en las grandes ciudades y sin actuar como partido, más bien como “federación de tribus”, en feliz expresión del nada añorado Lerma. ¡Ay! Joan Lerma, que literato perdimos, con aportaciones como “los invertebrados también viven” –en alusión a la poca identidad común que nos une a las tres provincias hermanas-, y sobre todo lloran...
Y en la otra orilla del río, pues el rastro de los restos. Una UV agonizante que se resiste a desentubarse, pero que a marchas forzadas sigue desangrándose con escisión tras escisión. Y la aparición de la CV de Sentandreu, con el objetivo del abrazo del oso hacia los unionistas, además de aprovechar las cenizas del conflicto lingüístico y de la víscera identitaria... y sobre todo del “expediente x” que supone sus fuentes de financiación. Y en medio, una ensalada de siglas que se ponen a la venta en franquicia sin valor real alguno. A salvar carguitos y sueldecitos. Al menos que lo hagan a las claras, que al ciudadano no le gusta que le traten como un tonto. Eso espero. Pero no desesperen que el teatro electoral nunca baja el telón. A disfrutar.

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