domingo, 16 de mayo de 2010

Valencia Siete nº26


LA QUINTA COLUMNA



EL FRENTE Y LA DETENCIÓN


No vayan a creerse que uno se ha vuelto belicista, ni que esta ventana al mundo que me confina todas las semanas esta nuestra revista, bien remozada y lozana, va a tratar de guerras, batallas o simulacros. Por desgracia el título encabezador se refiere a la actualidad de la política patria, tanto española como valenciana. A mi humilde entender, claro está. Pasen y vean.
El espectáculo, por orden de peligrosidad y alevosía, lo empezamos con las detenciones, ilegales por sentencia policial, de dos afiliados del PP de Madrid en la tan manida manifestación en la que participó el ya ex ministro Bono. Es de escándalo lo que ha pasado, el juez ha estimado que las detenciones fueron dirigidas por altas cabezas de la administración y la policía, persiguiendo el único delito que habían cometido estas dos personas, ser militantes populares.
El ya ex casi de todo Bono montó la trifulca e intentó sacarle rentabilidad, pero le ha salido el tiro bien por la culata. Han tenido que dimitir las autoridades policiales encausadas en el tema, así como el Delegado del Gobierno en Madrid, intentando así parar la escalada de responsabilidades políticas que se aprecian a simple vista. En cualquier estado europeo serio hubiera caído al menos el ministro del ramo (en el corralito de ZP ha caído, pero por cosas domésticas más propias de “Aquí hay tomate”), pero aquí no. Aquí no pasa nada. Mira por donde quien resucita las prácticas franquistas de la dictadura en cuanto a detenciones políticas es la izquierda más furibunda que nos ha tocado padecer en el gobierno...
Ay la izquierda. Esa que por estas latitudes no sabe como juntarse, yuxtaponer siglas, encabezar manifiestos, exportar manifestaciones, con un único objetivo, programa y proyecto para la Comunitat Valenciana, sacar al PP de las instituciones. Los comunistas, los bloqueros, los republicanos, los mil y uno partiditos verdes y reverdecidos, junto a mil y una plataformas vecinales compuestas siempre por los mismos, los colectivos antisistema con ganas de imponer su pensamiento único, las entidades filoculturales bendecidas hace décadas por el oro catalán (Levante-EMV dixit), etc, etc, etc, todos a una como para revalidar la intentona de tirar del poder a los populares. Una meta legítima, pero que se torna en peligrosa y casi mesiánica cuando ella misma se convierte en la única razón de ser y en la única alternativa que ofrecen. Todos contra el PP y nada más... Las ensaladas a veces sientan mal, y no alimentan nada. Nada de nada.

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