Valencia Siete nº25

LA QUINTA COLUMNA


EMBOLICA QUE FA FORT


Ay, ay, ay... como está la política catalana (con perdón). Mira que Maragall está poco a la altura, ni como estadista, ni como President de la Generalitat de ellos, ni como nada. Aguanta lo inaguantable en su taifa, con Carod y Puigcercós haciendo el gamberro a lo bestia, y mientras el iluminado de nuestro querido Presidente Zapatero haciéndole la puñeta y pactando a espaldas de él con sus eternos enemigos y competidores, los convergentes y unionistas de CiU (verdaderos campeones del jaleo estatutario, sacándolo adelante y además dinamitando el tripartito).
Desde que aún ganando las elecciones autonómicas y perdiendo el gobierno de la Generalitat, Mas y Duran i Lleida se han convertido en las estrellas políticas y mediáticas, tanto del futuro gobierno catalán como del previsible próximo gobierno español. ZP así consigue debilitar al PSC, sacudirse a ERC que ha sido más molesta que beneficiosa (cuan plaga de Egipto) y poner las bases de su proyecto de futuro, centrando su figura y su discurso gracias a los delfines de Pujol. Como al fin y al cabo han hecho todos los presidentes, caer seducidos por el veterano político catalán y sus diferentes testaferros...
Mientras por estos lares, y a la espera en vigilia y en trabajo esforzado para que la visita de el Papa a Valencia sea todo un exitazo, pues a la chita callando la semana pasada se presentó el Centro UNESCO Valencia, verdadero baluarte de la cultura internacional, y desde hoy con una sobresaliente presencia valenciana. Eso es estar en la pomada, y eso también es hacer patria. Patria Valenciana. Una tierra que sufre día tras día el ninguneo de nuestro gobierno central, el cual ignora tan magno acontecimiento, como hace con la America’s Cup y con todos y cada uno de los proyectos prometedores para el futuro colectivo de los valencianos.
Comprendo que Zapatero tenga reservas en pasearse por nuestras calles, por eso ni vino en Fallas, ni se atreve a asomarse por el campo de regatas del Puerto de Valencia, haciendo el ridículo más espantoso al montar un actito en Madrid al respecto de la Copa del América. Aún con el amparo de la Casa Real (que sí que ha venido al evento en nuestra ciudad y volverá a estar presente) y la institucional presencia de Camps y Barberá, hasta el más afamado progre convino que llevar el acto marítimo a la capital sin playa fue una somera tontería. Seguiremos sorprendiéndonos.