domingo, 10 de enero de 2010

Valencia Siete nº3

LA QUINTA COLUMNA

GUERRACIVILISMOS VARIOS

Desde que ZP ha inaugurado el camino de recuperar el pasado colectivo más conflictivo, con eso de hacer patente la memoria histórica que nos divide y desangra, pues en estas latitudes también se han apuntado al carro. Padecemos desde hace meses una intentona artificial de remover viejas vísceras que nos atenazaron a los valencianos en la convulsa transición que padecimos. Alguien piensa que sacando a pasear antiguos fantasmas condicionadores de nuestra personalidad obtendrá réditos electorales. Y hay que desenmascarar tal actitud, nociva para nuestra pervivencia como sociedad madura. A eso vamos a dedicarnos un par de semanitas, con su permiso.
El movimiento valencianista ni nace en 1979, en la mal llamada “Batalla de Valencia”, ni es patrimonio de nadie. A todos aquellos empobrecedores que se obcecan en postularse como representantes de la Patria Valenciana una y única, con pureza de sangre y fecha de nacimiento en los años ochenta, me permito el lujo de recomendarles que se documenten un poquito, que se adentren en la Renaixença de finales de XIX o en el movimiento cívico valencianista de la década de los treinta. Una herencia rota por Fuster en los años sesenta y fundada en los setenta, en plena transición política valenciana y española, en la tormenta que para el Pueblo Valenciano supuso la discusión sobre su identidad y sus elementos definidores. Nosaltres els valencians hace una propuesta tan radical y tan catalanista que posibilita que los valencianos sensibilizados despierten de la larga noche uniformadora de la dictadura y se posicionen, a favor o en contra, pero activos en la defensa de sus creencias y postulados. Puede que demasiado apasionados.
Así nos encontramos a lo largo de la década de los setenta, sobre todo en la ciudad de Valencia el cap i casal, un torbellino protagonizado por la guerra de los símbolos y la naturaleza de la lengua de los valencianos. Unas energías que se demostraron en la grandiosa manifestación a favor de la Autonomía un nueve de octubre allá por 1979, conviviendo sensibilidades y banderas diferentes, confluyendo en un idea común, la recuperación del autogobierno. Un ideal pronto torpedeado por más de una década de batalletes respecto la franja azul o la cuatribarrada, el Reino o el País, la invasión catalana o la pérfida España... Y así todos los valencianos perdimos el tren de las nacionalidades históricas, asumiendo la derrota colectiva de configurarnos como una comunidad autónoma de segunda, tutelada desde Madrid por los intereses de los dos partidos mayoritarios y aprobando nuestro Estatut d’Autonomia los últimos de todo el Estado, y de aquella manera... con las componendas de Guerra y Abril Martorell que hemos pagado con creces.
Toda una época dura y negra que la sociedad valenciana no se merece repetir. Y que tenemos el peligro que resucite con la aparición de Coalición Valenciana y su mensaje trasnochado, populista y visceral, que nos devuelve al túnel del tiempo de hace veinte años y nos traslada a una Comunitat Valenciana acomplejada, triste y tensionada. Los intereses oscuros de ciertos personajes no pueden hipotecar nuestro futuro de convivencia. Eso es lo que denunciamos.

2 comentarios:

Unknown dijo...

què passa, Lluiset, tens por de Coalició Valenciana? perquè precisament el que viu acomplexat és el PP i la vostra "Acadèmia Valenciana de la Llengua" (catalana).

Coalició és precisament el no acomplexat, i el que lluita perquè no ens vengau motos.

tu, mentrestant, a seguir medrant en els teus sueldos de ministre mentres no dones un pal a l'aigua...

Admin dijo...

Totalmente de acuerdo con usted cuando comenta que "así todos los valencianos perdimos el tren de las nacionalidades históricas, asumiendo la derrota colectiva de configurarnos como una comunidad autónoma de segunda, tutelada desde Madrid por los intereses de los dos partidos mayoritarios y aprobando nuestro Estatut d’Autonomia los últimos de todo el Estado, y de aquella manera... con las componendas de Guerra y Abril Martorell que hemos pagado con creces".

Pero puntualicemos: ¿se ha parado usted a pensar en las causas y los culpables de estos hechos?

Para mí, los culpables son gentes como usted, buscadores de sillas y sueldos públicos, capaces de entregarse a uno de esos dos partidos mayoritarios nacionales, en uno de los cuales, por cierto, usted milita. Y si para conseguir su objetivo tienen que vender su alma al diablo, o la franja azul de la Real Senyera, o cambiar de normativa (como usted bien hace), no le duelen prendas.

Los complejos y el autoodio de los valencianos son fomentados por gentuza como usted. Y Coalicio Valenciana quizás sea un revulsivo social necesario para este pueblo vilipendiado y anestesiado por mentiras de manipuladores como usted, y otros "essers" atramuntanados.